lunes, 7 de julio de 2008

Junio: estuve algo flojo

He de confesar que estoy algo flojo en estos días, así que menciono los libros leídos en junio, con la salvedad que en dos casos, en realidad son relecturas.

¿Pero quién toma nota, verdad?

MARLOWE, Christopher (1564-1593)
Eduardo II




En la época isabelina, Shakespeare no corría solo. A decir verdad, al conocido bardo inglés le costó mucho trabajo volar con sus propias alas y dejar atrás la notable influencia del genial Christopher Marlowe, quien tuvo una vida muy corta (apenas 29 años) que le alcanzó para dejarnos obras sorprendentes como Fausto, el Tamerlan y Eduardo II.

Tuve oportunidad de verla en el Teatro Argentina en Roma, interpretada por el Teatro Stabile dell'Umbria. El tema era polémico y provocador, incluso para nuestros días(no digo para la edad isabelina que como verán, eran menos open mind que ahora).

Se trata de la caída del poder de Eduardo II, un rey con escasa fuerza de carácter, asediado por su Corte, jaqueado por los nobles y para remate, homosexual. Lo cual da pie a una profunda intriga en la cual nadie tiene las manos limpias, empezando por la propia consorte del rey y su amante. Ni siquera Gaveston, el leal amor del rey está exento de pinceladas de crueldad y dureza contra quienes representan la moral, como la propia Iglesia, que no descansará hasta castigar este amor contranatura.

Pero sería superficial decir que es una obra de maracos, si vemos más allá de la piel de los amantes, veremos que hay una interesante y muy lograda atmósfera de intrigas retorcidas, oscuras apetencias por el poder, deseo, lujuria y escándalo.

Nadie, salvo el hijo vengador del Rey, parece estar exento de la traición, del escándalo y la lujuria. Todos se esfuerzan en esconder sus vicios salvo el rey. Ni siquiera su propio hijo, aunque le asiste el derecho de la venganza, puede evitar verse obligado a considerar ejecutar a su madre y su amante. Si tienen oportunidad de leerla o verla, haganlo. No hay pierde.

STRACZYNSKI, J.Michael & ROMITA JR., John
L'Uomo Ragno: tornando a casa. Módena: Panini. 2004. 225 p.




Nuff Said. Perú 21 está publicando esta saga los domingos. También hice un Blog al respecto en la sección de Comics y Animes. Lo releí aprovechando la ocasión. Admito que junto con el anterior. Es decir, no son lecturas nuevas. Aunque podría decir como Borges que la re-lectura es una forma superior de acercarnos a los textos, con la ventaja de la distancia de la primera impresión. Cualquier pretexto vale, supongo.


CHINA: INSTRUCTIVO PARA OCCIDENTALES
en: Revista National Geographic. Mayo 2008. Vol 2. Núm. 5.




Las cuidadas y excelentes ediciones de National Geographic merecen siempre especial atención. Este ejemplar viene acompañado por un mapa que recoge de manera muy sencilla, varios accidentes geográficos del territorio chino. A ello hay que agregar sus artículos sobre el Río Amarillo, sobre su avance demográfico y económico, y por supuesto, las fotos que son un placer a la vista.

BERENCE, Fred
Lucrecia Borgia. La hija de la perversión. Barcelona: Reditar. 2006. 352 p.




Parece que existe un cierto consenso entre los historiadores para presentar a la bella Lucrecia Borgia, como un simple comodín en manos de su padre Alejandro VI y su siniestro hermano César Borgia.
El autor acude a las fuentes originales (documentos, cartas, memorias, etc.) para presentarnos una cabal idea de la licenciosa y libérrima corte papal de aquellos tiempos, en que la intriga, la traición y la muerte era moneda común. Tan común como las rivalidades entre los grandes hombres: el Papa Borgia, el futuro Julio II, la Casa de Napolés, el Rey de Francia, Ludovico el Moro, Alfonso de Ferrara. Todos ellos participantes de un letal juego de máscaras, donde la lealtad y la enemistad son rápida y fácilmente intercambiables.
En ese ambiente, Lucrecia Borgia, la hija de un Príncipe (de la Iglesia) tiene una participación importante. No sólo como moneda de intercambio, para vincular mediante el matrimonio una casa nobiliaria con otra, sino como vehículo para obtener ventajas políticas u oscuros acuerdos, según la necesidad.
Siendo todo ello cierto, el autor es enfático en cuestionar la leyenda negra que la presenta como amante de todo hombre que se le ponga a su paso (incluyendo su padre y su hermano), que ha sido producto de los chismes malintencionados creados por Burchard (nada menos que el maestro de protocolo del Vaticano), y los nobles humillados por César Borgia y su padre.

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